Nos encontramos, con el Nuevo Año, que está adelante de nosotros. Muchas profecías bíblicas se cumplirán en esta nueva década que iniciamos. Hasta hoy hemos visto, muchas señales del Fin del mundo, las que forman parte del ante sala a los grandes acontecimientos bíblicos que sucederán. Pero, quién puede saber cuándo estos sucesos van acontecer?
La palabra profética de Cristo, lo dice: que solo Dios Padre, lo sabe, el día y la hora. En este año que hemos iniciado, por cuántas tentaciones pasaremos, y de cuántas nos libraremos. Cuántos millones de almas se irán al infierno y cuántos millones de almas pasará a vida eterna? Y si hablamos del futuro, cómo será? y a qué problemas y necesidades nos enfrentaremos?
Para nosotros los creyentes en Cristo. El espíritu Santo es el único que nos lleva a toda verdad ‘…El Espíritu Santo, os hará saber las cosas que habrán de venir” Juan 16:13
Al iniciar este año, cada uno de ustedes ya debe tener su promesa de Dios. Si no lo tiene, puede abrir el archivo de Promesas de Dios para tu vida 2012. Tome una de ellas, busque en su Biblia y goce de esta bendición de Dios. Pero para gozar de esta promesa, debes seguir los pasos siguientes:
1. Toma posesión de la promesa de Dios (Planta la bandera de la Salvación)
Recuerdo cuando estaba en Lima, Perú, en el tiempo de las continuas invasiones en los pueblos jóvenes. Las personas invadían los terrenos en busca de tener un terreno para construir su casa propia. Lo primero que ellos hacían para poseer el pequeño Lote de terreno era colocar la bandera peruana en el Lote señalado, vivir y estar forma permanente todo el tiempo. Con la bandera de la patria nadie podía quitar este derecho de posesión. A menos que sea una orden oficial expedida por un Juez.
Yo creo, como hijos y herederos del Reino de Dios debemos tomar posesión de la promesa que Dios nos ha dado para este año y para gozar de esta promesa debemos plantar la BANDERA de la SALVACION. Para que Satanás no invada y robe la bendición que Dios ha prescrito en su PROMESA para usted. Luego PROCLAMA tu promesa en voz alta y DECLARA que es tuya (2 Corintios 4:13). Fija tus ojos en la promesa que Dios te ha dado y no te apoyes en las circunstancias (2 Corintios 4:18). Sabes por qué? Porque nuestros días de nuestra vida terrenal son cortos. Job decía, “Mis días fueron más veloces que la lanzadera del tejedor y fenecieron sin esperanza”. Job 7:6 añade “ mis días han sido más ligeros que un correo; huyeron y no vieron el bien. Pasaron cuál naves veloces como el águila que se arroja, sobre la presa. Job 9: 25-26. Porque “El hombre nacido de mujer es corto de días y hastiado de sinsabores. Sale como una flor y es cortado y huye como sombra y no permanece.” Job 14:1-2. Que es nuestra vida? “Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece” Santiago 4:14 Así es, “Toda carne es hierba y toda su Gloria como flor del campo. La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella, ciertamente como hierba es el pueblo. Secase la hierba, marchitase la flor; más la Palabra de Dios permanece para siempre. Isaías 40:6-8. Por eso toma posesión de la promesa de Dios, ahora mismo, antes que vengan los días malos.
2. Invierte en la promesa de Dios (Para hacer tesoros espirituales)
Las grandes empresas, negocios y grandes proyectos, están soportados por una grande inversión. Y hablando de invertir, no solo estamos hablando de disponer dinero, sino también de invertir tiempo, servicio, energía y sacrificio. Hay muchos cristianos que quieren gozar de la promesa de Dios sin tener ningún esfuerzo. Tal como era, un sobrino mío que a los 8 años de edad quería tocar guitarra, tal como tocaban los Beatles, pero a él no le gustaba invertir tiempo para practicar la guitarra, tampoco se concentraba en las clases para aprender guitarra y además no tenía ni el don para ser un músico. Pero sin embargo él, con la guitarra en mano, se desesperaba tocar como los Beatles.
Para gozar con bendición la promesa de Dios y vivir una vida abundante, debemos invertir sabiamente en cada una de las aéreas de nuestra vida. Esto nos lleva a ser conscientes del esfuerzo, sacrificio y de su valor que estamos dando. Para unos el valor del tiempo es oro. Para otros, los que no se valoran ni así mismos el tiempo no vale nada. Todos sabemos, que el tiempo mal gastado en hacer lo malo es tiempo perdido, y estamos condenados. Los años mal gastados en nuestra vida en vanidades nunca se podrá recuperar. Por eso es importante invertir tiempo para hacer lo bueno antes que vengan los días malos. El tiempo en nuestra vida, debe ser como la brújula que nos lleva por tiempos en donde invertimos para hacer el bien. Todos los siervos de Dios en la Biblia, invirtieron, tiempo, dinero, servicio, energía y sacrificio, para gozar de las promesas que Dios les dio.
Por ejemplo: a una hermana de la iglesia, Dios le dio esta Promesa que se encuentra en Prov. 4: 5-9 Y ella estaba leyendo de una Biblia de papel simple. La Promesa de Dios era Para Adquirir Sabiduría, ella debería invertir dinero para comprar una Biblia propia y de mejor calidad. Luego debe invertir tiempo para leer, estudiar y guardar la Palabra. Después debe sacrificar su vida social para enseñar a otros las Nuevas de Salvación. Y al final honrar y engrandecer a la fuente de Sabiduría que es Dios.
Cristo nos advierte para no hacer tesoros en la tierra, porque los tesoros en la tierra son temporales, se destruyen, lo roban y perecen. No inviertas en tesoros terrenales porque allí se corrompen, se polilla y lo roban Mt.6:20. Sin embargo las riquezas en el cielo son eternas y se hacen no con dinero en la tierra. El joven rico, quería invertir y llegar a comprar con dinero la vida eterna. A lo que Cristo le responde: Quieres comprar le vida eterna y quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo, y ven y sígueme. Mt 19:21 . Mas el joven rico, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Pero qué difícil es, un rico entrar al reino de los cielos; es más fácil pasar un camello, por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. “Porque tu dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad y no sabes que eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, quieres ser rico? “ te aconsejo que de mi compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y tengas vestiduras blancas para vestirte, y nunca se descubra la vergüenza de tu desnudez ; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Apoc. 3:18
3. Utiliza y hazla trabajar la promesa de Dios
Cuando hacemos trabajar la promesa de Dios entonces obtenemos ganancia. Esta actitud positiva, trae la bendición de Dios que enriquece. Prov.10:22. Cuando hacemos trabajar los talentos que Dios nos ha dado, entonces vemos la multiplicación de los frutos como bendición de Dios. La Parábola de los talentos nos enseña, que, cada vez que recibimos algo de Dios, debemos hacerla trabajar. Todo lo que ganamos es un beneficio para nosotros mismos. Así como el que recibió 5 talentos, a vuelta de un año el ganó otros cinco talentos más, y el que recibió dos ganó otros dos talentos más. Si no la haces trabajar, aun el que talento que tienes, se te quitará y Dios lo dará al ha trabajado más. Tal como sucedió con el que había recibido un talento: “Señor te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; tuve miedo y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo tuyo”. Mateo 25:14-30. “trabajad porque yo estoy con vosotros dice Jehová de los ejércitos”. Hageo 2:4 Hazla trabajar tu promesa que Dios te ha dado; por ningún motivo debemos hacer como el que recibió un talento, y en vez de trabajarlo lo escondió y no ganó nada. La ganancia que recibimos o la recompensa al trabajo que hacemos en la tierra, es para gozo de cada uno de nosotros en este mundo; pero también nos espera la recompensa en el cielo. “Yo conozco tus obras y tu arduo trabajo y paciencia…y has sufrido y has trabajado arduamente por amor a mi nombre y no has desvanecido. Apc.2:2
4. Asegura tu Promesa en la Protección de Dios ( para gozar y tener larga vida)
El que vive bajo la Sombra de Protección de Dios, estará seguro. La mejor seguridad para nuestra vida es Dios. La condición es permanecer en la sombra del Omnipotente Dios, en la Fortaleza y en el Castillo fuerte que es Cristo. Allí estaremos seguros. Afuera de la Sombra del Altísimo, no hay seguridad, afuera está el enemigo como un león rugiente esperando a quién devorar. Solo en la seguridad de Dios estarás seguro. Con la seguridad de Dios, él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá y debajo de sus alas estarás seguro. No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará. Sal 91:1-7
Asegura tu promesa en Dios, en el Castillo Fuerte que es en Cristo Jesús. “en quién tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la Fe en Cristo”. Efesios 3:12. Porque Satanás tan pronto sabe que Dios nos he enviado una bendición, el diablo envía a sus secuaces, para tentarnos y distraernos de esa bendición. Las bendiciones que Dios nos da, es para nosotros y por ningún motivo debemos dejar espacio para que el enemigo nos robe lo que Dios nos dio. En este tiempo de gracia, debemos aprovechar al máximo la promesa de Dios; porque nuestros días son cortos. “Acabamos nuestros años como un pensamiento. Los días de nuestra vida son 70 años, y en los más robustos son 80 años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan y volamos. Sal 90: 9-10
Reflexión
Tú tienes en tus manos, la promesa de Dios para tu vida. Utiliza bien el tiempo, antes que vengan los días malos. Guarda la Palabra de Dios, porque largura de años de vida te aumentarán. Ponlo como un collar a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón. Solo así hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres. Fíate de Jehová de todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos en este año y Dios enderezará tus veredas para tú puedas caminar bien. No sea sabio en tu propia opinión. Teme a Jehová y apártate del mal, porque será medicina a tu cuerpo y refrigerio para tus huesos. No dejes que el enemigo arrebate esta promesa que Dios te da para tu vida en este año. Hazla trabajar esta promesa de Dios, sobre todo para hacer riqueza en los cielos, invierte para hacer tesoros en el cielo, goza de la sombra de protección y seguridad de Dios y ora para la edificación de tu vida