La Viuda de Sarepta que confió TODO

Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías. Después de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo de la dueña de la casa. La enfermedad fue tan grave que se quedó sin aliento. Entonces dijo ella a Elías: ¿Qué tengo que ver yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido aquí a recordarme mis pecados y a hacer morir a mi hijo? Dame acá tu hijo le dijo él.  Lo tomó entonces Elías de su regazo, lo llevó al aposento donde él vivía y lo puso sobre su cama. Luego clamó a Jehová diciendo: «Jehová, Dios mío, ¿también a la viuda en cuya casa estoy hospedado vas a afligir, haciendo morir su hijo?» Se tendió sobre el niño tres veces y clamó a Jehová: «Jehová, Dios mío, te ruego que hagas volver el alma a este niño». Jehová oyó la voz de Elías, el alma volvió al niño y este revivió. Tomó luego Elías al niño, lo trajo del aposento a la casa, lo entregó a su madre y le dijo: Mira, tu hijo vive. Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora reconozco que tú eres un varón de Dios y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca. 1 Reyes 17:13-24
Cuántos de nosotros en la sociedad en que vivimos, podemos  distinguir, a una viuda  por su vestimenta que usa?. Evidentemente,  es muy difícil distinguirlas, porque las viudas de hoy en día no usan vestimenta especial.  Sin embargo, las viudas en el tiempo bíblico llevaban una vestimenta especial para ser reconocidas. Gn. 38:14, 19 . La viuda pobre de Sarepta,  pasa dos pruebas maravillosas que nos hace reflexionar. 
Elías, es enviado por Dios a Sidon, afuera de la ciudad distingue a la viuda de Sarepta y  le da seguridad. Ella, a pesar de la situación  de hambre que vivia con su hijo; estaba dispuesta darle hospitalidad porque asi Dios lo había ordenado. Pedir el bocado primero, para Elías no es un acto de egoísmo; sino es acto de prueba de fe para la mujer. Esta viuda que era gentil vivía en la region de Fenicia. La primera acción de la viuda en confiar TODO y obedecer TODO a Dios, es testimonio heróico de bendición entre todas las viudas de Israel. Lucas 4:25-26. El Milagro de Dios sucedió. La harina y el aceite  no se acababa y comieron Elías, la mujer y toda su casa hasta que se acabara la sequía, que abarcaba  no solo a Israel, sino a toda la región de Fenicia.

Al enfermarse de muerte el hijo de la viuda. La primera reacción de la viuda fue pensar que Elías, el hombre de Dios, había causado esta tragedia como castigo por sus pecados cometidos. La segunda prueba  se observa, en su reacción de arrepentimiento “¿Qué habré hecho para merecer esto?”, ( v. 18.) Por eso ella implora al profeta, que su presencia no sea el ajuste de cuentas a su casa por sus pecados. Esta reacción de la viuda, era tan similar a la costumbre de los amigos de Job y de la lógica de los discípulos, fue rechazado por Jesús. El mismo Elías tomó a su hijo, y oró con fervor a Dios que quite el sufrimiento que ha venido a su casa. La razón por la cual se tendió tres veces sobre el hijo, no está claro, La medicina atribuye, de impartir calor y también para resucitar es necesaria la espiración boca a boca. Pero Dios hace el milagro el Hijo está con vida. La mujer gentil exclama con tal veracidad. Que el Dios de Elías es el verdadero Dios, y que Elías era un varón de Dios.

La generosidad de la viuda  salva  el hambre del profeta;  pero su FE es probada  dos veces y recibe doble bendición de Dios  para ella y  toda su casa.

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