Y vino una viuda pobre y echó dos blancas, o sea, un cuadrante. Entonces, Jesús llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca, porque todos han echado de lo que les sobra, pero esta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento. Marcos 12: 42-44
La actitud de ésta viuda pobre, nos llama a reflexión. El precio o su valor, aparentemente, dos blancas; no tenía nada de valor dentro del contexto social y económico que vivía Jesús;. Sin embargo, para esta viuda pobre, si tenía un valor muy especial. Era su ofrenda de AMOR para Dios. Toda su vida había depositado en el platillo de la ofrenda de Dios. Esta honesta actitud ante los ojos de Dios es bien recibida y aceptada. La pobre viuda, no solo estaba cumpliendo con el primer y grande mandamiento. Marcos 12:30 ; sino que lo estaba demostrando, amando a Dios con TODO su CORAZON, con TODA su ALMA, con TODA su MENTE y con TODAS sus FUERZAS. Ante esta buena actitud, la respuesta de Dios fue de inmediato. Esta mujer dio más que todos. Su ofrenda fue TODO al 100%. Por lo tanto será bendecida con la misma actitud que ella la dio. Era una viuda pobre en la tierra, pero será rica y heredera de la vida eterna. En el día del Gran Juicio Final, Dios no preguntará, tanto de lo que sabes, tampoco de lo que tienes, ni que has leído y enseñado. La pregunta más importante de Dios será sobre las acciones buenas que hemos hecho en favor de los necesitados. El premio será anunciado:“Bien, buen siervo y fiel, sobre lo poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor” Mateo 24:23
